Never Forget
I remember that day, as many people do. I got up, bathed, and turned on the TV, to listen to the news, as I regularly do.
I remember putting on my clothes, and as I did so I heard the anchor on the national morning show say that a second plane had just hit. I thought to myself, “What?!?!?!?!?!?!?!??” I then went into the living room and began to watch. I sat in rapt attention, as did many around the world. I sat there, spellbound, unable to process what was happening. I was so engrossed that I was almost late to work. I remember feeling like I didn’t want to leave the house. I had to know what was going on. I arrived to work barely on time. I found my boss counting money and watching television-on the TV usually used to show movies to children in the summertime. Before we opened that morning, the first tower fell. I remember that when we opened that morning, we brought the TV out so our patrons could keep up to date with everything. So we could keep up to date on everything.
Later in the day I remember watching the news coverage in between patrons. I then had a patron come in who was quite chipper-in total contradiction to the day. She spoke about what a great day she was having, about the weather, this that and the other. She then noticed I wasn’t saying anything back to her. I had been listening, not wanting to interrupt. She then asked me how I was. I told her I was ok. She asked me why I was just ok. I said, “Haven’t you seen the news?” The woman replied, “Oh yeah. My Father is supposed to be on one of the planes.” I then understood why she was so talkative and chipper-she was in denial. The reality of the situation hadn’t hit her yet. She kept talking and talking and talking, more manic with every minute that passed. The more she spoke, in her mind, she kept the horror of the reality at bay. It was as if, if she stopped talking, it would confirm her worst fears. It would make it true.
I was lucky. I didn’t lose anyone that day. I don’t know anyone that lost anyone that day. In New York, Pennsylvania or the Pentagon. I was also lucky in that I was busy working. I didn’t see much of the horrors of that day, even though we did have the TV on.
I learned two important life lessons that day:
First-that we as a people are strong. I don’t mean Americans, I mean people. People are fighting for their freedoms, against injustice and tyranny, all over the world. We as a people are strong.
Second-freedom isn’t free.
Nunca Olvidar
Me acuerdo de ese día, como hace mucha gente. Me levanté, me bañaba, y encendió el televisor, a escuchar las noticias, como lo hacen regularmente. Recuerdo haber en mi ropa, y mientras lo hacía, oí el ancla en el programa matutino nacional dicen que un segundo avión había golpeado justo. Pensé para mis adentros: "¿Qué ?!?!?!?!?!?!?!??" Entonces fui a la sala y comenzó a mirar. Me senté en la profunda atención, al igual que muchos en todo el mundo. Me senté allí, fascinado, incapaz de procesar lo que estaba sucediendo. Yo estaba tan absorto que estaba casi tarde al trabajo. Recuerdo que me sentí como si yo no quería salir de la casa. Tenía que saber lo que estaba pasando. Llegué a trabajar apenas a tiempo. Encontré a mi jefe de contar el dinero y la televisión-en la TV suelen utilizar para mostrar las películas a los niños en el verano. Antes de abrir por la mañana, la primera torre cayó. Recuerdo que cuando abrimos por la mañana, nos trajo la salida de TV para que nuestros clientes pueden mantenerse al día con todo. Así que podemos estar al día en todo.
Más adelante en el día que me acuerdo de ver la cobertura de noticias en medio de los clientes. Entonces tuve un cliente vienen en que era muy alegre, en total contradicción con el día. Habló de lo que es un gran día que estaba teniendo, sobre el tiempo, esto aquello y lo otro. Luego notó que no estaba diciendo nada nuevo a ella. Yo había estado escuchando, porque no quería interrumpir. Entonces ella me preguntó cómo estaba. Yo le dije que estaba bien. Ella me preguntó por qué era sólo aceptable. Le dije: "¿No has visto las noticias?" La mujer respondió: "Ah, sí. Mi padre se supone que es en uno de los aviones. "Entonces comprendí por qué estaba tan locuaz y alegre, que estaba en la negación. La realidad de la situación no había llegado todavía. Ella seguía hablando y hablando y hablando, más de manía con cada minuto que pasaba. Cuanto más hablaba, en su mente, ella mantuvo el horror de la realidad en la bahía. Era como si, si dejó de hablar, sería confirmar sus peores temores. Sería más cierto.
Tuve la suerte. No he perdido a nadie ese día. Yo no conozco a nadie que ha perdido a nadie ese día. En Nueva York, Pennsylvania o el Pentagon, que también fue la suerte de que yo estaba ocupada trabajando. No he visto mucho de los horrores de ese día, a pesar de que tenía la televisión encendida.
Aprendí dos lecciones importantes de la vida ese día: En primer lugar, que nosotros, como pueblo son muy fuertes. No me refiero a los estadounidenses, me refiero a la gente. La gente está luchando por su libertad, contra la injusticia y la tiranía, en todo el mundo. Nosotros, como pueblo son muy fuertes.
En segundo lugar, la libertad no es libre.
9-11: The World’s Finest Comic Book Writers & Artists Tell Stories to Remember.
(©2002 DC Comics)